Cuatro ex decanos se suman a tradicional galería homenaje

Como una tradición más que centenaria y una forma de rendir homenaje a los ex decanos, las paredes de la Sala de Facultad guardan los retratos póstumos de quienes han dirigido sus destinos. El recién pasado 10 de septiembre la selecta galería sumó las figuras de Eugenio Velasco, Máximo Pacheco, Rafael Eyzaguirre y Mario Mosquera, decanos entre 1965 y 1997.

Representantes y familiares de los homenajeados, que como manda la tradición donaron los retratos, se hicieron presentes en el acto. Junto con recordar a los suyos, agradecieron la perseverancia del decano Roberto Nahum para cumplir con el homenaje.

El decano dijo sentir un profundo respeto y gran admiración por cada una de las figuras recordadas, hombres de profundo espíritu universitario y que demostraron su compromiso con la defensa de la Universidad de Chile y sus valores en tiempos difíciles. Tal es el caso, dijo, de Eugenio Velasco, decano desde 1965 a 1971, quien además encabezó la reforma a los planes de estudio con miras a una formación integral, y de Máximo Pacheco, decano entre 1972 y 1974, quien ocupó un rol protagónico en la defensa de la autonomía universitaria y los derechos humanos.

Del mismo modo, añadió, bajo el decanato de Rafael Eyzaguirre, entre 1984 y 1986, se realizaron las primeras consultas al cuerpo docente, tras el quiebre institucional de 1973, para designar a las autoridades. Por su parte, a Mario Mosquera, que ocupó el decanato entre 1986 y 1987, le correspondió defender los intereses universitarios ante el rector designado por el régimen militar, José Luis Federici. Posteriormente, fue nuevamente elegido en 1990 y reelegido en 1994, retirándose por motivos de salud en 1997.

Recuerdos

Representando a su familia, Rodrigo Velasco, que al igual que su padre se formara en las aulas de la Facultad, lo recordó en sus facetas más desconocidas, como campeón de boxeo universitario y luego como el académico que en una elección superó entres sus pares al entonces profesor Ricardo Lagos.

Como un hombre multifacético, jurista, político, diplomático, pero ante todo académico, describió María Angélica Pacheco a su padre, Máximo, para quien la Facultad fue una prolongación de su hogar, dijo.

Por su parte, Gonzalo Eyzaguirre destacó la entrega a la vida universitaria y a la actividad política que tuvo su padre durante medio siglo, desempeñándose en ambos campos con una visión amplia.

Finalmente, la profesora María Eugenia Montt, se refirió a la relación cercana y preocupada que tenía el profesor Mosquera con sus alumnos y a su pasión por el club de fútbol de la Universidad de Chile, que luego dirigió, llegando más tarde a ser presidente la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile.