Con cinco hijos, doce nietos y próximo a cumplir 70 años, Álvaro Yáñez Mora, de la generación de estudiantes que ingresó a nuestra Facultad en el año 1973, rindió exitosamente su examen grado en agosto pasado.
Álvaro desarrolló su vida profesional vinculado al área de los Recursos Humanos, luego se dedicó a la docencia, y paulatinamente fue dejando de lado su titulación, la que quedó en pausa desde 1978, año en que egresó de Derecho. “Felizmente vino la pandemia y me resultó desafiante. Me dije ¿qué voy a hacer ahora? Me voy a titular”, cuenta.
Relata que lo hizo más bien para cerrar un ciclo, ahora que se acerca a los 70 años, pero reconoce que una vez terminados los procesos para titularse, es probable que ejerza en algo la profesión. Actualmente realiza su práctica en el Ministerio Público y está terminando de escribir su tesis de grado, que espera entregar a fines de este mes.
El examen de grado lo rindió en el Aula Magna de la Facultad frente a una comisión integrada por los profesores Flavia Carbonell, Claudio Troncoso y Marco Rosas. “Fue una satisfacción tremenda, emocionante. Estuve muy relajado mientras lo rendía, pero cuando me avisaron que había aprobado, me empezaron a tambalear las piernas”, recuerda emocionado.
El egresado reconoce que un apoyo fundamental para su éxito fue el taller de Enfrentamiento Psicosocial del Examen de Grado que dirige la Psicóloga Mónica Rufatt y en el que participó por cerca de dos años.
Su familia está muy feliz, le acompañó en todo el proceso y en el día que rindió su examen.
¿Consejos para quienes están temerosos frente al examen de grado?
“Es imposible no tener temores, pero hay que intentarlo, ser desafiante con uno mismo, y si no resulta, volver a intentarlo. Aprovechar también el apoyo de la Facultad, con el Taller y Charlas Magistrales que la unidad de Egresados ofrece para preparar este proceso”, señala Álvaro.
Y agrega: “ser egresado de Derecho de la Universidad de Chile, es un honor, pero también una gran responsabilidad, llevamos con nosotros una historia, de prestigio, de éxito y reconocimiento. Reconozco el esfuerzo y mérito de quiénes han estudiado en otras universidades, pero la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, tiene un sello distintivo difícil de ocultar”, finaliza.