Noticias

Carlos Gajardo: "Desde la formación se nos inculca una vocación pública"

El abogado y ex fiscal, Carlos Gajardo, llegó a la Facultad de Derecho un poco antes de la entrevista. Era el día de la bienvenida mechona. En algunos lados de la Facultad se podían ver grupos de estudiantes escuchando a un monitor contándoles sobre el edificio diseñado por Juan Martínez Gutiérrez. Le mostré la Sala 2, que está actualmente en remodelación, y entramos a la Sala 6; y, aunque éstas no habían cambiado a lo largo del tiempo, él sí. “Pasamos mucho tiempo en esta universidad, acá nos formamos como abogados”, afirmó.

¿Qué lugares son los que más te traen recuerdos?

Yo creo que el patio siempre ha sido un lugar icónico porque, mucho del tiempo que uno comparte y vive como estudiante ocurría aquí. Es el lugar de encuentro de todas las generaciones, siempre me trae grandes recuerdos venir… aprovechamos de dar una vueltas por las salas y, como te comentaba, ahora me parecían más pequeñas del recuerdo que tenía.

Siempre me acuerdo que el año 91’, para la fiesta que hacía la universidad vinieron a tocar La Ley y Los Tres; y uno lo piensa ahora, y dice: "pero qué gran concierto que fue ese".

¿Cómo fue tu examen de grado?

Di mi examen de grado en septiembre del año 96’. Inmediatamente después de que egresé tomé un permiso en mi trabajo por seis meses.

Me tocó rendirlo en el edificio de avenida Santa María. Me acuerdo que el presidente de la comisión fue Don Paulino Varas y, justo antes de dar mi examen, un estudiante que lo dio fue reprobado. Entonces, eso igual generó un momento de tensión, pero yo venía bastante confiado, de hecho, me acompañaron mis hermanos.

Diría que lo pasé con bastante tranquilidad, me acuerdo que en un momento estaba muy cómodo dando el examen, tanto que crucé las piernas y mi rodilla quedó un poco sobresaliendo de la mesa. Entonces, el profesor Paulino Varas me miró y me hizo un gesto de que bajara la rodilla de la mesa e inmediatamente lo hice.

Al retirarme, en compañía de mis hermanos, recorriendo de vuelta el pasillo junto a la sala 2 y 3, me pegué un lagrimeo de felicidad, por haberlo aprobado.

¿Cómo crees que debería ser la relación del egresado con la Facultad?

Ese es un tema que hemos conversado harto en los últimos años. El Decano Harasic ha mostrado bastante interés en que se produzca una mayor relación, y en echar a andar ALUMNI. Creo que hay una carencia, cuando nosotros salimos de la universidad nos desligamos un poco y hay que ver los motivos de eso. Hay una responsabilidad nuestra como egresados de desconectarnos de la universidad, pero también la universidad debiera tener espacios mayores para vincularse con los egresados, y eso yo creo que es algo en lo que se está caminando y que solo puede ser provechoso tanto para los egresados como para la universidad.

¿Consideras que a lo largo de tu carrera has desarrollado un estilo de trabajo?

Absolutamente. Cuando uno sale de la universidad tiene las herramientas para desarrollar una carrera, pero tampoco se tiene muy claro cuál será el enfoque. En mi caso, yo siempre pensé que mi desarrollo profesional iba a estar más ligado al Derecho Privado, al Derecho Civil y, por algunas contingencias, que a veces son bastante azarosas, terminé muy vinculado al Derecho Penal, siendo fiscal. A pesar de eso, la universidad me dio las herramientas necesarias para hacerlo, porque lo más importante es comprender el derecho como un conjunto del cual hay subconjuntos. Tú te vas a dedicar a uno específicamente, pero el conjunto de materias que configura el derecho y el razonamiento jurídico es lo más valioso que te da la universidad, por eso estoy muy agradecido de la enseñanza que tuve.

¿Crees que hay un sello de los egresados de la Chile?

Es que somos tantos que es difícil que todos tengamos el mismo sello, pero hay cosas que yo creo que tienden a identificarnos. Desde la formación se nos inculca una vocación pública, que puede reflejarse de diversas maneras, por cierto, trabajando en el servicio público, pero también se puede reflejar desde tus actividades privadas, pero con una preocupación por lo que sucede en el conjunto de la sociedad.

En estos momentos, justamente estoy cambiando el lugar donde desempeño mis actividades, dejando de ser funcionario público, dejando de ser fiscal, y probablemente desarrollándome en el mundo privado, pero creo que el sello de la vocación pública, de la vocación por lo que nos pasa a todos como sociedad es imposible que lo pierda y eso tiene que ver con la formación que recibí en la Escuela.

¿Cómo consideras que fue la decisión que tomaste de renunciar al Ministerio Público?

Fue una decisión intempestiva, en relación a decisiones que se tomaron dentro de la institución y que a mí no me parecen adecuadas, por lo tanto, mi pequeña forma de manifestar mi desacuerdo, que tienen que ver, de alguna manera, con una disconformidad ética, hicieron que me fuera imposible continuar trabajando en la institución. Por eso, tampoco tengo muy pensado lo que voy a hacer de aquí en adelante. Evidentemente voy a seguir vinculado al derecho, eso es algo que está en mi sangre, y creo que desde el ámbito privado voy a seguir vinculado a preocupaciones de carácter público.

¿Crees que se respeta el principio de igualdad, a la luz de los casos que te tocó investigar, cuando hay grupos de interés político y económico?

La igualdad ante la ley es un principio fundamental de una sociedad; para que pueda tener una convivencia pacífica y democrática, y es uno de los principios fundamentales de la constitución. Yo siempre digo que esa es mi parte favorita de la constitución, donde se establece la igualdad entre todas las personas, que no exista un trato privilegiado. Y es, por su puesto, una expresión de deseo en la constitución, ojalá pudiéramos llegar a ese estado en el cual evidentemente no nos encontramos.

Una de las áreas donde se hace muy patente la desigualdad es en el Derecho Penal, porque en esta área existen dos sistemas de enjuiciar, un sistema para el enemigo, para el delincuente, para el pobre, para el que comete delitos ordinarios y un segundo Derecho Penal, que es el Derecho Penal de cuello y corbata, de la persona que tiene influencia, que tiene contactos y que, en principio, entiende que el Derecho Penal no es para ellos.

Creo que estos dos mundos se acercaron mucho a partir de los casos que me correspondió investigar; los casos Penta, SQM y Corpesca. Donde, haber llevado adelante una investigación con decisión, mostrando fortaleza institucional, hizo sentir en muchas personas de que en Chile estábamos un poquito más cerca de tener igualdad ante la ley, de que cualquier persona, independiente de su posición económica, política, de su credo, orientación religiosa o sexual, podía ser llevada a tribunales, si hay antecedentes, para llevar adelante una causa en su contra y que eso efectivamente ocurriera y que fuera, no solo procesado, sino también condenado.

En ese proceso, que yo creo que el país tuvo un avance superlativo durante los años 2015-2016, hay claramente un retroceso, sobre todo a partir del año 2018, a raíz de las decisiones que se han tomado últimamente, pero siempre mantengo el optimismo de que estos son procesos, aún con pequeños retrocesos, siempre van avanzando.

¿Crees que se respeta la autonomía del ministerio público en los casos en los que ha estado involucrado el gobierno?

No, creo que no hay autonomía, creo que la autonomía no es real y el principal problema pasa por la manera en la que se designan las autoridades. Las autoridades se designan en un sistema que es bastante reglado; a partir de una quina que elabora la corte suprema, de esa quina el Presidente de la República elige un nombre que debe ser aprobado por dos tercios del Senado.

En principio, parece un sistema bastante sensato, pero cuando justamente se da la coyuntura de que buena parte, o una parte importante, de las personas que componen el Senado están siendo investigadas directamente, o parte de su grupo de asesores, o de sus correligionarios; evidentemente se generó una condición explícita o implícita de que la persona que asumiera la conducción de la Fiscalía Nacional tendría que tener una posición de no rigurosidad con esta investigación y eso desgraciadamente se ha cumplido a partir del nombramiento del Fiscal Abbott. Evidentemente ha habido una mayor flexibilidad para abordar, y sobre todo, para empezar a terminar los casos, y eso creo que es muestra de la falta de autonomía que tenemos institucionalmente.

Creo que en una sociedad democrática lo más importante es que las instituciones que componen la sociedad tengan autonomía y tengan el poder para desenvolverse en la vía democrática sin presiones.

Pero tengo una mirada optimista de que esto permanentemente se va a ir mejorando, y lo que ha pasado va a demostrar que tenemos que tener en el futuro instituciones más fuertes y más autónomas. Es una frase muy manida esta de que “hay que dejar que las instituciones funcionen”, pero cuando las instituciones comienzan a funcionar de verdad, son muchos los esfuerzos que se hacen para torpedear su funcionamiento.

¿Crees que pueda haber algún retroceso?

No, yo siempre miro con optimismo los cambios, creo que ha habido un proceso de aprendizaje por parte de la clase política, de darse cuenta de que hay conductas que no pueden cometer. De hecho, me parece que las elecciones que acaban de suceder fueron mucho más limpias en términos de financiamiento, a partir de las nuevas leyes que se dictaron a propósito del Caso Penta. Hubo mucho menos influencia del dinero y mayor conocimiento de dónde provenía. Todas las leyes transitaron hacia establecer mayores niveles de transparencia de financiamiento, y yo creo que eso fue un esfuerzo positivo. 

Tiendo a pensar que también en el futuro, en la forma en la que se comporte el nuevo gobierno, van a tener muy presente las experiencias previas, donde hubo ministros y subsecretarios involucrados, aún hoy, en casos de corrupción.

Compartir:
https://uchile.cl/d141980
Copiar