Un panel –convocado por la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile– abrió la discusión respecto cómo este ámbito se enmarca en el proceso constituyente en marcha, y particularmente, en el documento de 850 páginas realizado en base al aporte de las 204.402 ciudadanos que participaron del proceso participativo durante 2016.
Claudio Nash, coordinador académico de la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones y académico de la Facultad de Derecho; Rodrigo Márquez, sociólogo y coordinador Informe de Desarrollo Humano PNUD; Alejandra Araya, historiadora y directora del Archivo Central Andrés Bello; Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Chile; y Claudio Millacura, coordinador académico de la Cátedra Indígena y académico Facultad de Ciencias Sociales; con la moderación de Sergio Campos, Premio Nacional de Periodismo 2011, participaron de la discusión que fue transmitida en forma conjunta a través de www.tv.uchile.cl y www.cooperativa.cl.
Para comenzar la conversación, Rodrigo Márquez, quien es parte del Comité de Sistematización del proceso constituyente, presentó una Síntesis de las Bases Ciudadanas en materia de Derechos Humanos.
“Si comparamos las cuatro instancias de participación -Consulta Individual, Encuentros Locales Autoconvocados, Cabildos Provinciales y Cabildos Regionales-, y vemos qué temas quedaron siempre priorizados dentro de los siete más relevantes para las personas, el 'Respeto y protección a los derechos humanos fundamentales', es uno de éstos”, destacó Marquez.
El sociólogo dio cuenta además, que esta elección de los participantes, situaba a los derechos humanos como fundamentales, básicos, y cuya promoción, protección y respeto es un deber principalmente del Estado.
Tras la intervención de Márquez se inició el diálogo entre el panel, siendo el profesor Claudio Nash el primero en tomar la palabra. "Llama la atención, cómo una cultura de los derechos humanos se ha ido construyendo más allá de lo que uno podría pensar. Hay mucha claridad sobre quién es el responsable, cuál es el rol que tiene el Estado y los distintos órganos", afirmó el coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos.
Alejandra Araya, en tanto, destacó el hecho de "que el tema de la igualdad, fuera un espacio en el cual se conjugan deseos, principios y posibilidades de una sociedad distinta, pero por sobretodo, de una deuda, tanto de un proyecto no cumplido del reconocimiento de la diversidad, de la diferencia, de la igualdad ante la ley (…) Hay un reconocimiento de que hay una situación de hecho de desigualdad profunda en todos los niveles, como el síntoma de una sociedad injusta y eso me parece relevante históricamente".
No obstante, Ana Piquer afirmó que desde Amnistía Internacional dieron la bienvenida a este proceso constituyente en Chile, y particularmente a su carácter participativo, que puso sobre la mesa una crítica respecto al tratamiento del tema de los derechos humanos en esta fase. "Para quienes trabajamos en derechos humanos, un principio escencial es que éstos son interdependientes e indivisibles. En ese sentido, nos hacía mucho ruido que el proceso te obligara a priorizar entre derechos. Cómo puedes hacer que uno decida entre el derecho a la vida o el derecho a la salud (...) Creo que este ejercicio no puede significar que podemos seleccionar proteger más unos derechos que otros".
Finalmente y también levantando una crítica al curso de esta iniciativa, Claudio Millacura advirtió que desde la mirada de los pueblos indígenas "el proceso constituyente se levanta en un contexto de desconfianza y de violencia. Recordemos que en estos momentos, particularmente en la IX Región, la violencia contra comunidades mapuche es una regla, no es una anormalidad. Y dentro de ese contexto, lo que nosotros logramos observar a través de esta sistematización, es que todavía está pendiente la consulta en particular a los pueblos indígenas, que en términos metodológicos y de participación es mucho más compleja".