Tras los anuncios efectuados por el Gobierno con el objetivo de mejorar el sistema de pensiones y las reacciones surgidas desde diversos sectores sociales y empresariales, el profesor Claudio Palavecino, perteneciente al Departamento del Trabajo y la Seguridad Social, analiza la situación y llama a no confundir el debate técnico con las discusiones políticas que puedan surgir.
- ¿Cómo observa la postura del Gobierno en materia previsional, considerando que se busca avanzar en un debate que incluya a todos los sectores involucrados?
La definición de cualquier sistema de pensiones requiere a su vez una definición de los objetivos, por ejemplo, distribución del consumo, aseguramiento, alivio de la pobreza o redistribución. En un país democrático la decisión sobre los objetivos deberían hacerla los ciudadanos del modo más participativo que sea posible. Sin embargo, la implementación, sobre todo del régimen financiero, debe quedar entregada a los técnicos, a los expertos, porque reviste complejidades importantes y no cualquiera está habilitado para participar en su configuración. Por ello, pienso que es crucial no confundir ambos planos, el político con el técnico.
- ¿Cuáles son los principales alcances de los anuncios efectuados por la Presidenta Michelle Bachelet?
Pienso que su promesa de que la actual cotización del 10% seguirá siendo depositada en las cuentas individuales y que se continuará incentivando el ahorro voluntario tanto individual como colectivo, es muy sensata y digna de aplauso. Hay que realizar un esfuerzo para explicarle a la gente que el sistema de protección social no vinculado al ahorro individual, también llamado asistencial o "solidario", solo puede protegerla contra la indigencia o la pobreza extrema, pero no puede asegurar a todo el mundo que va a mantener su nivel de consumo tras jubilar. Eso requiere un esfuerzo individual o familiar.
Me preocupa, en cambio, el anuncio de que las AFP deberán devolver a los afiliados las comisiones cobradas cuando haya pérdidas, en conjunto con la propuesta de la AFP Estatal. Si uno es mal pensado, podría ser un mecanismo para ahuyentar a los privados de la gestión de los fondos y de ese modo concentrar todos los fondos en la AFP estatal. Al Estado se le da bien el gasto, no la inversión. Ahí hay un peligro.
- ¿Los anuncios efectuados por la Presidenta Bachelet de elevar los montos de cotización y fortalecer el Pilar Solidario va en la línea de lo que exigen las personas en las últimas movilizaciones?
Pienso que la presidente ha sido cauta y ha hecho al país una propuesta realista. Los líderes de las movilizaciones no han estado a la misma altura. Somos un país de ingresos medios, no somos ni Alemania ni Canadá y debemos proponer a la gente un sistema de pensiones ajustado a nuestra realidad económica.
- ¿Las pensiones de las personas podrían verse afectadas por las propuestas por el Gobierno? ¿Qué hay de los plazos para elevar la cotización?
No lo creo. Considero que las medidas propuestas pueden tener un impacto favorable sobre las pensiones de los más pobres. Sobre los plazos, estimo que son una muestra de sensatez del Ejecutivo, sobre todo en el contexto de una economía prácticamente paralizada.
- Por otro lado ¿los empleadores tendrán disposición a pagar más por las pensiones de sus trabajadores?
Es posible que haya algún malestar, pues tendrá un impacto inmediato que deberá asumir el empleador, pero paulatinamente éste podrá trasladar ese costo a la remuneración del propio trabajador. Finalmente, es siempre el trabajador quien sobrelleva el costo de los beneficios sociales.
- ¿Cómo evalúa las críticas que se han levantado hacia otros sistemas previsionales, como el utilizado por las Fuerzas Armadas? ¿Considera que se debería avanzar hacia un sistema único?
Dipreca y Capredena son la mejor demostración del desastre del sistema de reparto. Actualmente funcionan como verdaderos hoyos negros que absorben cantidades de dinero exorbitantes. La mejor solución es poner término cuanto antes a esta sangría de recursos. Se debe optar por un sistema único, sin duda.