Davor Harasic: "Editorial sobre proceso constituyente"

Llama la atención el tono de preocupación y suspicacia de quienes denuncian, con ocasión del proceso constituyente, un debilitamiento de la democracia representativa y la apertura de un foco de incertidumbre sobre el llamado marco institucional del país. Esas voces son eco de la añeja concepción que concibe a la Constitución como un texto sagrado e inmutable, pero que desconoce que la legitimidad de esta reside, precisamente, en la comunidad política que se determina a sí misma. Ello explica que algunos hablen de proceso "constitucional", mientras que otros hablamos de proceso "constituyente".

No es momento de desconfianzas y recelos. Por el contrario, debemos mirar con optimismo una ciudadanía que aspira a participar y discutir sobre lo que va en interés de todos, lo que constituye una experiencia vital. Este proceso no solo es importante por su resultado, sino que también por la discusión que se ha dado y que se seguirá generando en torno a lo que nos define como nación o comunidad política.

No desperdiciemos esta oportunidad histórica, en la que juntos podemos hacer la experiencia de volver a pensar bajo qué reglas democráticas y del Estado de Derecho queremos vivir. En ese sentido, restringir instancias de participación directa en razón del supuesto fortalecimiento de la democracia representativa es contraintuitivo. Una democracia es más fuerte en la medida en que sus miembros pertenezcan y participen de ella, y que sientan que esa democracia también tiene algo beneficioso que aportarle a cada uno.

El proceso constituyente evoca el principio de la libertad en el sentido que los ciudadanos, como personas libres, interesadas en lo político, social, cultural o económico, deliberamos sobre lo que nos es común, sobre cómo queremos organizarnos e institucionalizar nuestra vida. Los chilenos demandan una participación igualitaria en la deliberación y decisión de lo que afecta al país y a sus habitantes. Los poderes constituidos no pueden hacer oídos sordos sobre ello.

La palabra "Constitución", literalmente se refiere a un acto de fundación y creación, y es justamente eso lo que exige la ciudadanía: una Constitución que reemplace a la actual y que exprese nuestra identidad como país, ajena a toda presión u obstáculo, de cara al siglo XXI.

Por ello, la Universidad de Chile ha decidido asumir la responsabilidad que le cabe en la gestación y devenir de la historia republicana de nuestro país, invitándonos a reflexionar en torno a la responsabilidad de pensar colectivamente acerca de lo que nos une y nos hace ser, hoy, comunidad. El próximo miércoles 26 de abril, en la Sala Museo Gabriela Mistral de la Universidad de Chile, presentaremos la nueva exhibición "Momento Constituyente. Del pueblo a la ciudadanía". Esta muestra se referirá a distintos hitos y procesos que han marcado nuestra historia, a momentos en que los chilenos hemos manifestado pertenecer y ser miembros de una determinada comunidad política, a espacios donde confluimos como iguales por la formación de un destino compartido.

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