Prof. Sergio Montenegro: "Evaluación de proyectos: lo político y lo ambiental"

"La línea divisoria entre la componente ambiental y la visión política es un tema aún no resuelto".

El polémico rechazo de la Comisión de Evaluación Ambiental de la IV Región al proyecto Dominga, revive una situación de conflicto originada por la discrepancia entre la institucionalidad técnica y la autoridad política, al momento de resolver sobre un proyecto sometido al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

La línea divisoria entre la componente ambiental y la visión política es un tema aún no resuelto. Se ha denunciado que esta situación revela que en el proceso de evaluación ambiental se han generado episodios de “contaminación política”, tanto en etapas decisorias en el nivel máximo de revisión (caso Hidroaysén demoró más de dos años, justificando la ex ministra de Medio Ambiente de la época que “no era el momento político conveniente“) o antes de la presentación de un proyecto. Otro ejemplo es el apoyo político de los exministros Pérez Yoma, Hinzpeter y Golborne a Hidroaysén, o el patrocinio del expresidente Lagos al fracasado proyecto Alumysa en Aysén.

Podrían citarse más casos que dañan la institucionalidad ambiental y demuestran que el diseño para la aplicación del SEIA, tanto en el pasado modelo de gestión a cargo de la ex Conama, como en el actual de gestión ministerial, adolece de la misma imperfección: si se compara a los integrantes de las antiguas Coremas con los integrantes de las actuales Comisiones de Evaluación Regional, se trata casi de las mismas personas, con clara dependencia de las autoridades de gobierno.

Creo que con la experiencia acumulada de ambos modelos, y previendo situaciones de conflicto, ha llegado la hora de plantear una nueva reforma a la institucionalidad ambiental, con un modelo de gestión independiente de la órbita de influencia del gobierno de turno. Tal vez no es el “momento político“ más conveniente.

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